martes, enero 15, 2008

Taaaxiii

Yo estoy por la libertad de expresión. Pero como un derecho de la sociedad y del individuo para que existan las condiciones para expresar las ideas, sin que nadie las censure a priori. No como la eliminación de todos los códigos de decencia o para no meterme en broncas, criterios de mera precaución. Es que en el espacio de las relaciones interpersonales yo diría que también debe imperar la prudencia y no andar hablando nada más porque tiene uno boca; es decir, también hay que saber callar. Esto viene a colación porque hoy por la mañana que tomé un taxi para ir al trabajo, lo primero que el taxista me comunica es "ay! yo no sé porqué lo subí, si me ando meando" (en realidad dijo "me ando miando"). Pido disculpas a los que se escandalizan o incomodan cuando se habla en público y contextos de confianza baja o moderada de las necesidades fisiológicas (como yo). Pero es que yo soy de la idea de que el taxista por más que tenía la urgencia de ir al baño no tenía que habérmelo comunicado de esa manera tan directa, tan poco delicada, sin invitarme, siquiera, al cine o a tomar un café.

No recuerdo cómo reaccioné a la demasiado sincera confesión de su parte, pero no debe haber sido con hurras y risas, como para que el tipo continuara comentando (con un inicial toque moralista) que en la década de los sesenta (cuya música amenizaba la ocasión)las mujeres no cedían a la primera, sino que los dejaban siempre con los &#$%& doliendo y que ahora no, que ni bien se conocen las chicas entregan "aquellito". Digo yo, pero qué necesidad de abordar esos temas con los pasajeros, sin un conocimiento siquiera preliminar de la personalidad del que se acaba de subir, ¿qué tal si resultaba ser del Opus Dei? ¿Que no podrán estos taxistas (y ya me han tocado varios) iniciar la plática con algún tema introductorio o menos controversial, como el clima de la semana pasada respecto a ésta, o el estado de las calles, o el último romance de Niurka? Espero no dar la impresión (bastante imprecisa) de que soy un recatado moralista, purista del lenguaje o delicado esnob, pero es que como decía mi nana con toda razón (para alertar sobre los riesgos de bromear con la gente): "el cuerpo no siempre está de humor".

11 comentarios:

Yayo Salva dijo...

Te tocó el taxista meón. Reconozco que a mí no me ha tocado ninguno con tal necesidad. Pero de los futboleros..., ¡a puñados! ¡A mí que de fútbol sólo sé que las pelotas son esféricas!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

jajajajaja! que risa hermano!...ya me imagino tu reacción incómoda.. casi t puedo ver por el retrovisor del taxi sonriendo apenas con mucho pudor...

reportate eh.. no te olvides de tu hermana =*

*V* dijo...

jajajajaja...
que gran mundo el de los taxistas!!a mi, como a yayo, o me tocan los futboleros o los que se empecinan en hablar de política que no es delicado el tema!
Un saludo

Paco Bernal dijo...

jajajajaja Muy bueno. Te superas día a día. Tengo que confesarte que me ha encantado lo del "aquellito". Me parece genial.
En cuanto a lo de compartir la información...Los austriacos son tremendamente pudorosos y, para que cuenten cualquier cosa (más si se refiere a sus funciones corporales) hay que aplicarles al tercer grado -en cambio te preguntan cuánto ganas sin despeinarse lo más mínimo-. Los taxistas no son una excepción. O sea que te recogen y son como súcubos surgidos de un sueño. Sólo te piden el precio y ya. Por llevar, llevan hasta la radio bajita para no molestar.
Ahora que, en Madrid, hay de todo. Uf.
Un abrazo

Cuquita, la Pistolera dijo...

Los taxistas son un caso. Todos tenemos historias espeluznantes. A mi la semana pasada me tocó uno que también escuchaba música mexicana de los 60s. Entonces cada vez que el locutor de radio presentaba la canción y el cantante el taxista me decía "¿se acuerda de este fulano?" no, "¿pero cómo que no se acuerda? era el de la camisa desabotonada, con collares", no, no me acuerdo señor. Y pasaba a la siguiente rola "¿ah, de este se acuerda?". Yo ofendidísima de que no se noten mis cortos 32 años: No señor. Yo nací a mediados de los setenta . "Ah, pero ahí se seguían escuchando..."
Horror.

Aydee dijo...

Lo único que me hace sentir mejor (no que me de gusto tu experiencia)es que no soy la única a la que le tocan taxistas descarados. Pero en fin, que le vamos a hacer. Cuando vivía en mi México querido y abordaba un taxi yo sola, no se porque, pero a los taxistas se les ocurría invitarme a salir. Después de que me paso tres veces, deje de tomar el taxi yo sola y empecé a tomar el micro (ya que por lo menos ahi habia mas gente) cuando my papa o mis amistades no podian pasar por mi.

Mas suerte para la proxima

Anónimo dijo...

sabes? me has echo reir a carcajadas y tambien me hace pensar,(todavia peinso)que nunca en mi vida he tomado un taxi, me creeras?
claro fuera de "don Tony" y "EL guero Buley" o "el Totolita" y hace uuuufff! ni recuerdo cual era el tema por esos anios!


saludos
Celinita Duran

Anónimo dijo...

Ahora si que "Aquellito" estuvo buenísimo!!! jajaja! un saludo!

cecilia dijo...

Hola Rafa:
buscando Huásabas, me encontre para mi sorpresa con esta página tuya, que además está divertidísima. Se ve que disfrutas mucho tus actividades. por si algún día no tienes a donde ir o algo mejor que hacer, háblanos ya te había dado mi tel., pero ahí te va de nuevo 5364-0948.
tu prima Cecilia Moreno

Isa dijo...

Ja,ja, que taxista tan imprudente.
Una vez me tocó uno en Texas que me preguntó que de dónde yo era y cuando le dije que de Puerto Rico, me dijo: "tengo la música de ustedes, a surprise for my latin friends", entonces me puso un disco de reggetón y yo lo detesto!! Claro, no quise desplantarlo, así que me aguanté el rollo hasta que llegué a mi destino y terminé dándole las gracias por la música. Cosas veredes.
Saludos,
Isamari

Isa dijo...

Corrección: reggaeton
El que no me guste no justifica que lo escriba mal...