viernes, julio 04, 2014

De ésas de que te cae el veinte...

No sabría responder en este momento si soy una persona apegada o más bien desapegada, independiente, espíritu libre. Siempre he creído esto último, tal vez porque así he querido creerlo, pero hay momentos que me demuestran una tendencia a apegarme demasiado no sólo a ciertas cosas y rutinas, sino sobre a las personas. Luego de haber pasado cuatro años formidables en Costa Rica, en mi primera adscripción diplomática, empezaba a parecer natural un cambio, otro reto profesional, la posibilidad de conocer otro lugar del enorme mundo y de desarrollar otros trabajos. Así funciona la carrera diplomática y es parte de su mayor encanto: el cambio como única constante. El día que tenía que llegar llegó y la notificación de que ahora me iba a la Embajada de México en Brasil se convirtió en un hecho. Con ello vino la definición de una fecha cierta para irme, aunque el futuro nunca es certeza, sólo probabilidad.

No estoy preparado todavía para hablar de Costa Rica en pasado. Todavía falta más de un mes para estar aquí y quiero conjugar todo en presente. Ha sido un país que me ha dado muchos amigos y vivencias que me llevo guardadas en diversas capas de la piel. En su momento haré la recapitulación de lo que me llevo y de lo que voy a extrañar de este país, que es mucho. Ahorita estoy en el proceso de reconocer que dejo un hogar para buscar otro hogar. Toca empezar a preparar maletas, las muchas maletas que hay que preparar cuando uno echa raíces. Vienen los trámites, los miles de trámites, la negación y luego vendrá la sensación de oquedad que dejarán la distancia con los amigos insustituibles, el anhelo de reencontrar las rutinas que ya sólo se podrán conjugar en pasado, la seguridad que se siente conocer el lugar en que habitas, con todos sus códigos. También vendrá la ilusión de iniciar una nueva etapa, el descubrimiento de otro país, de otra lengua, de otras maneras de entender el mundo.

Inicio el proceso de despegue, unas cosas se vienen conmigo, otras se quedarán para siempre aquí.