viernes, enero 14, 2005

El español de Cervantes.

Me parece paradôjico que se use la frase "el español de Cervantes" para referirse a una persona que habla de manera elegante y cultivada; y, al mismo tiempo, se considere de lo mâs vulgar que alguien diga "dijistes", "hablastes", "ansina es", "yo lo vide", etcétera. Porque, finalmente, estas palabras son parte del español de Cervantes y aparecen en la mâs célebre obra que se haya escrito en lengua española: Don Quijote de la Mancha. Asî, decidî escribir esto con la idea de denunciar la ambigüedad de la frase "usar el español de Cervantes" y poder decidir si hacerlo es denostativo o digno de alabanza.

Con motivo del cuarto centenario de la publicaciôn de El Quijote y a iniciativa de Roberto, mi amigo letrado, compré una ediciôn conmemorativa del libro que publicô la Real Academia Española, con la firme intenciôn de releerlo, proyecto que para mis deleites ya estoy llevando a cabo. En la primera apariciôn de un verbo terminado en "-stes", aparece una nota al pie de pâgina aclarando que, en el tiempo de Cervantes, se usaba esa terminaciôn en vez del "-stéis" para el pronombre vosotros. Sin embargo, esa conjugaciôn correspondîa no al pronombre vosotros, sino a la segunda persona del singular, o sea, 'tú' en pretérito. Mâs adelantado en la lectura del libro he ido descubriendo muchas palabras y expresiones que se encuentran en total desuso entre las clases "educadas", pero que se usan en México, por ejemplo, entre los indîgenas o clases mâs bajas.

Parece ser y me resulta interesante que, justamente, sean las clases mâs bajas las que conserven palabras y expresiones mâs antiguas. Y no estoy por el conservadurismo de la lengua, creo que es un fenômeno normal (sin juzgar sobre su deseabilidad) que el habla vaya cambiando y se vayan remplazando unas expresiones por otras y se añadan palabras originales de otros idiomas. Sin embargo, también creo que son dignas de respeto las formas de expresiôn auténticas de los distintos grupos y clases sociales. Sobre todo, es loable la utilizaciôn genuina de arcaísmos que junto con las palabras mâs nuevas de nuestro idioma, no hacen mâs que enriquecerlo (gracias, Roberto, por recordarme 'arcaísmo' que estaba almacenada en el archivo muerto de mi mente y no hubiera salido de ahî sin tu ayuda).

También he encontrado en el texto muchas palabras y expresiones que escuchaba decir a mi abuela y que entiendo perfectamente por esa razôn, pero que nunca uso ni he vuelto a escuchar. Entonces, me invade la nostalgia, inevitable compañera de toda mi vida, y el Quijote me ofrece otro aspecto enriquecedor, de los muchos que ya me habîa ofrecido.

Es claro también que usar el español de Cervantes implica mucho mâs que el empleo de sus palabras, sino la forma profusa en la que él usa y recrea la lengua española, dotândola con su genialidad de una elegancia muy difîcil de superar o, siquiera, de igualar.

Los invito a leer el Quijote, no como pose o como moda, ni siquiera por ser la obra mâs importante y mâs famosa que se ha escrito en nuestra lengua, sino porque es muy divertida e ilustrativa y se ofrece todavîa actual cuando retrata al patético Caballero de la Triste Figura que busca ilusamente devolver la esperanza a una época que parece sin sentido y sin camino trazado, recordando las glorias de tiempo pasado, aunque éstas no hayan jamâs existido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta El Quijote Ra, me encanta el español... creo que he disfrutado, sin exagerar, cada página que leí de ese libro y me da mucho gusto (y envidia! jajaja) que estés enseñando español y todavía más, que sea en otro país, cuánto de la propia lengua has de estar aprendiendo (que se entienda como se pueda :S:$)

Un abrazo.

HJM

Anónimo dijo...

ahh, otra cosa... ¿podrías hacer algo por ese formato? o sea, cambiarlo para que se lea mejor :S ...H.

Anónimo dijo...

Hola, Rafa,

reportándome desde la usualmente demasiado cálida y hoy gélida cuidad de Hermosillo; te escribo desde donde puede verse el comienzo del Boulevard Hidalgo, donde los naranjos rebosan de frutos a pesar del clima, y el olor a azahar trae tantos recuerdos, tan desdibujados que se parecen más bien a sentimientos puros. Todo esto lo menciono no con ánimo de provocar en ti el pecado de la envidia (Dios me salve), sino sólo para que sepas más pormenorizadamente el escenario y las circunstancias desde donde se te extraña tanto.

Felicidades por emprender la quijótea aventura, compañero.

Un abrazo desde Hermosillo,
Roberto.



P.D.: Es difícil contener la pedantería - la palabra que buscabas era "arcaísmo".

Anónimo dijo...

Rafa: a mi me tienes que explicar lo que quisite decir exactamente en tu articulo, que asi lo llamo porque parece una revista electronica esto, esta padrisimo! me imagino que a estas alturas ya sabes quien te esta poniendo estas letras, vdd? me conoces demasiado, y yo te quiero demasiado!, espero no causar incomodidades en tus admiradoras, lo bueno es que la Fatima de Daniel, no lo va a leer, con aquellos M... verdes y espesos.
TE AMO!!!