martes, septiembre 05, 2006

I'm soooo scared...

[Léase con voz de Janice (el personaje más inoportuno de la televisión, que aparecía en cada temporada de Friends, con una voz de las que pagas para que se calle)]

Pues el caso es que hoy fui a una papelería a comprar un paquete de copias para una materia que ya estaban listas en esa papelería. Y todo iba muy bien, el paquete no era tan abultado como para hacerme pensar que pasaré todo el semestre en la biblioteca. Hasta que oí el precio y debo haber puesto la cara como la de la pintura El grito de Edvard Munch (que por cierto acaban de recuperar en Noruega, pues se la habían robado hace dos años, por segunda vez, por cierto). Cien mugres dólares tuve que pagar por las fotocopias!!! Cien dólares!!! Y después de superar las ganas de llorar y el nudo en la garganta, le pasé la tarjeta al tipo para que cual verdugo descontara de mi cuenta lo que pueden ser semanas de sustento para las bocas que tengo que mantener, o sea, nada más la mía, fiiiiuuuuf. Y al oír el beep de la maquinita que implicaba que mi tarjeta había estado dispuesta a ceder a tan oneroso gasto perdí las esperanzas de que fuera el destino quien me impidiera consumar tan temeraria acción. Cuando salí revisé las copias y comprobé con dolor que efectivamente sólo era papel y tinta por lo que había pagado. Tuve ganas de salir corriendo a una librería antigua para preguntar si lo que tenía en las manos no era un raro ejemplar por el que algún estúpido coleccionista pagaría alguna cantidad decente. Pero no me atreví, sobre todo porque el material todavía estaba caliente como acabado de salir de la fotocopiadora. Así que no había duda de que su valor intrínseco era muy cercano a nulo, a cero dólares con cero centavos. El valor de las ideas que contiene está por verse, pero anda que si resulta un fiasco la clase, yo mismo persigo al profesor de la materia por todo Nueva York con la tenacidad de terrorista de Al Qaeda y mínimo le poncho las llantas del carro. Pues esas fueron sólo una parte de las copias desólo una materia, así que estoy al borde de un ataque de nervios, cual personaje de película kitsch de Almodóvar, por saber a cuánto ascenderá mi cuenta. Y, después de esto, no me cabe duda que me convertiré en un mercenario y sólo buscaré trabajos que hagan que financieramente mi inversión de hoy parezca un acto racional.

3 comentarios:

Dalia dijo...

¡¡¡¡100 dolares por unas fotocopias!!!! Yo que tú me compraba TODOS los libros que seguro que al final te sale más barato. Tendrás que ir pensando en algún modo de ganar dinero extra que no te robe tiempo de estudio como ser conejillo de indias con algún medicamento experimental, por ejemplo.
¡Ánimo Rafa!Esto es temporal, volverán las vacas gordas. Imagina la ilusión con la que en Navidad te reencontrarás con tu familia y la deliciosa carne sonorense.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

No me cuesta nada de trabajo imaginar tu cara cuando te dijeron que tenías que pagar 100 dólares por las copias, ya que yo puse la misma cara cuando me dijeron que cada uno de los libros que necesito cuesta esa misma cantidad o más. Pero el precio no fue lo peor, lo peor es que son usados. En fin, creo que este país nos quiere condenar a la pobreza.

Anónimo dijo...

Dudo que tu maestro tenga carro, pero tal vez puedas meterle el pie mientras espera el subway
Por cierto que estudias?