martes, febrero 10, 2009

Rafael Kent

Uno de los aspectos principales del postmodernismo es la ausencia de reglas fuertes que guíen el comportamiento de las personas o, mejor dicho, que lo caractericen como "socialmente adecuado". Esto ha reconfigurado nociones tan importantes como la de familia, religiosidad, sociedad, etcétera. Pero el postmodernismo, entendido como la ausencia de patrones o estándares claros para un lugar y época, se ha impuesto hasta en las cuestiones más sutiles de la vida colectiva, como la moda.

Hace ya varios años que es muy difícil definir qué es lo que está de moda, porque conviven al mismo tiempo estilos estéticos muy disímiles, sin que ninguno se imponga como más "moderno" que los otros. De hecho, la moda retro (que está inspirada en épocas pasadas) es tan moderna como lo más vanguardista, aunque esto parezca una aberración conceptual.

Para ser sincero, a mí me cae muy bien este fenómeno y no me apena decir que estoy "instaladísimo en la postmodernidad". Realmente no hubiera soportado vivir, por ejemplo, en los ochenta (sí viví, claro, pero era un infante sin obligación social de seguir la "moda ochentera") y verme forzado a traer la cabellera cual rey de la selva, con cantidades industriales de aerosol Aqua Net en el cabello (arrojando a la capa de ozono kilos semanales de Cloro-Fluoro-Carbonos) so pena de verme socialmente excluido. Sin contar las enormes camisas de colores fluorescentes categoría chíngame-la-retina.

Desde finales de los noventa, la moda de calle se hizo evidentemente ecléctica. No digo que si salgo con una lagartija colgada de la oreja las personas no dudarán de mis facultades mentales, pero sí hay mucha mayor libertad para escoger el estilo de vestimenta que usa uno, sin convertirse en "el tipo extremadamente raro del departamento 5-12".

Tomando ventaja de esta situación, yo he decidido hoy salir a la calle con un estilo totalmente "retro" (lo dejo así, porque no puedo ubicar con mucha precisión qué época y qué lugar representa mi disfraz del día de hoy). Yo diría que es una onda como de los cincuenta, pues me he cambiado mis lentes (como ya lo anuncié en la entrada anterior, el mismo día que me dijeron que era trigueñito y me puse muy feliz) y me he escogido unos de los llamados "de pasta", o sea, de marco grueso y vistoso. Para que se den una mejor noción he cambiado mi foto de perfil, para compartir mi nuevo look retro-cincuentero-periodista-superhéroe. Y si esto no fuera poco, me he comprado una corbata de esas delgaditas, que fueron un éxito en épocas pasadas y que ahora han vuelto a aparecer en las tiendas para caballero.

Yo me había inspirado (patético de mí) en Clark Kent, el alter ego de súperman, que me caía mucho mejor que el superhéroe por perdedor y atormentado por sus propias virtudes (no digo que sea mi caso, porque a mí únicamente me atormentan mis defectos y, la verdad, no lo suficiente). Pero resulta que ayer (que todavía no traía mi outfit en cuestión) paso cerca de unas señoritas ¿afro-europeas? que hablaban en francés (no me queda claro cuál es el eufemismo para la "N word" si la persona de color es francesa). Al pasar, comenta una de ellas refiriéndose a mí "mira ese muchacho, se parece a Clark Kent". Yo volteé enseguida a verla y me sonrío con la chica, la cual esconde la mirada como apenada (no se imaginaba que para ese entonces yo ya tenía la idea de disfrazarme al día siguiente como el personaje en cuestión, por lo que el comentario no podría resultarme molesto, sino divertido). Claro que si lo pensaba bien, ese día yo creía ir disfrazado en una onda más bien "fin de milenio", entre El abogado del diablo y el personaje de American Psycho pero, al parecer, causaba una impresión estilística de décadas previas.

De cualquier manera, no me he desilusionado de los cambios de imagen y no les sorprenda, entonces, encontrarme cualquier día por la calle vestido como hippie setentero o, por qué no, à la Louis XIV, sin tener que esperar a que alguien organice una fiesta de Halloween para lucir cuán ocurrente puede llegar a ser un humano cuando lo legitiman ideas, frívolas pero bien concebidas, del tipo "alta costura" o "avant-garde".

3 comentarios:

Aydee dijo...

Hola Rafa! Acabo de ver el comentario que dejaste en mi blog hace muchos meses. No habia escrito nada pero ahora que tengo un poco mas de tiempo espero seguir escribiendo con mas frequencia. Gracias por tu comentario y aqui me tienes otra vez siguiendo tu blog (although I have a lot of reading to do to catch up with yours, unlike mine)

Anónimo dijo...

te ves guapísimo con ese look retro!
Te pareces a MI =)

Monica Hdez dijo...

¡¡¡estrenando!!!
buen look!