lunes, febrero 23, 2009

Malthusianismo

El año en que yo nací (1980) éramos 66 millones de habitantes en México (según los datos del INEGI). En 2008 somos 106 millones (según las predicciones de CONAPO, ya que 2008 no es año censal).

Esto representa un aumento del 60% en la población mexicana tan solo en el lapso de mi vida (que es muy corto, sugiere la parte de mi mente que seguramente se siente amenazada por la crisis de los 30). Así es, 60% más personas ha acumulado este país sólo en el tiempo que yo llevo de vida. Me parece excesivo, abundantísimo, tanto como para sentir un temor parecido al del demógrafo inglés Thomas Malthus, que advirtió "que el poder de la población es indefinidamente más grande que el poder de la Tierra para producir sustento para el hombre".

La tasa de crecimiento actual de la población en nuestro país (1% anual) es ahora lo suficientemente sana como para permitir su adecuada renovación y evitar su envejecimiento en los próximos años (a diferencia de los países de Europa y Japón que ya experimentan severos problemas de envejecimiento poblacional, por sus tasas de crecimiento negativas o en ceros). Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XX la tasa de crecimiento de la población mexicana fue demasiado alta, lo cual impidió, por ejemplo, que el ingreso per cápita se incrementara considerablemente, a pesar de que el PIB aumentaba (en ocasiones, por arriba del 7% anual, -lo cual ahora vemos casi como una utopía-).

Y, para terminar, reitero que estoy consciente de que este dato no viene al caso, pero que mi blog nunca se ha caracterizado por venir al caso... sino todo lo contrario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Por qué estás tan callado, Rafael?
¡Cuéntanos algo!