miércoles, junio 11, 2008

En los días de la Novena


Recuerdo que la noche anterior había llovido y que el aroma a tierra mojada alegraba mi conciencia. Recuerdo que era una hora en la que normalmente estaría dormido, pero después de haber asistido al rezo madrugador de la novena de la Santa Patrona del pueblo decidí escaparme al río bricando charcos por el callejón que atravieza las milpas. También recuerdo que la frescura de la madrugada luchaba tenazmente contra el calor húmedo que era el emperador del resto del día. Y había un ligero viento, casi imperceptible que podía ser visto cuando juguetón mecía las verticales hojas de los sauces y que hacía lucir como confetti mágico de vida las hojas de los álamos que surcan ambos lados de ese río cuyo caudal espera sediento cualquier llovizna. Y cómo todos los verdes del espectro podían ser identificados en el gran cerro que había reverdecido ilusionado a la menor provocación de las imponentes nubes que bañaron la resequedad de aquel verano, reaccionando impulsivo como quinceañera ante los cálidos roces de los púberes encendidos.

No recuerdo todo, pero puedo sentir perfectamente cómo se mecía el puente colgante, sobre cuyas tablas me había recostado para poder asimilar todo lo que pasaba a mi alrededor y también puedo casi escuchar los caballos que cargaban a vaqueros silenciosos que cruzaban el río y cuyos cascos chocaban contra el agua, golpeando las piedras en el fondo del vado.


Antes de volverme a casa y renunciar a la soledad que en ocasiones me autoimponía, contemplé unos renacuajos (que en ese entonces se llamaban siboris) en el lodo gelatinoso que se forma a orillas del río. Y esos anfibios incipientes me hicieron cobrar conciencia en una mañana temprana de agosto de que la serenidad aparente del mundo es un grito ahogado de vida que parece estarse reprimiento y que no se escucha nunca, excepto cuando quieres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mijo!!! cuando lei esta entrada no pude evitar acordarme de Jaimito el cartero y Tangamandapio...con sus crepusculos arrebolados...jajajaja

gracias por hacerme el dia!!

te quiero mucho!!! besitos

Anónimo dijo...

simplemente Wow!... me transportaste a ese rincón de la tierra que busca ser escuchado pero sólo por personas que como dices tú, quieren escuchar.

gracias hermanito =)

iLoveuso! :)