jueves, agosto 23, 2007

In memoriam

Mi bonsai è morto!!!

En realidad, no era un bonsai en sí, sino una planta con forma de arbolito miniatura. Y lo más triste no es que acabe de pasar sino que acabo de salir del período de negación. Cuando regresé de Hermosillo, hace casi un mes quedé horrorizado con el estado en el que se encontraba: todas su hojas secas y un aroma como a pasto seco que hubiera sido la delicia de cualquier cabra. Habían pasado casi dos semanas que estuve fuera y olvidé dejar encargado a alguien de regarlo; al parecer, de manera espontánea no se le ocurrió a nadie de los que transitaban cerca de una moribunda miniatura vegetal, regarlo aunque fuera una vez. Entonces, lo tomé entre mis brazos y lo sumergí en una cubeta con agua, hasta que dejaron de salir burbujitas de la maceta, siguiendo fielmente las indicaciones que me dio la viejita que me lo vendió. Y así lo seguí haciendo religiosamente todos los días, lo sacaba una hora a que le diera el sol y lo movía siempre a lugares donde le diera el aire fresco. Después de un mes de tenerlo en terapia intensiva se hizo evidente que aquel árbol no iba ni para atrás ni para adelante: seguía en estado vegetativo... y vegetal, pero ésa siempre fue su naturaleza. Hace dos días dejé de regarlo y hoy sólo regué al otro arbolito que le hacía compañía, que ni de cerca era tan bonito pero que aguantó las dos semanas de sequía y resucitó a los pocos días que lo sometí también a él a terapia, aunque no tan intensiva como a mi bonsai. Ya me di por vencido de que ni por casualidad manifieste ninguna mejora. Y lo voy a dejar en su mismo lugar por tiempo indefinido, porque hasta eso que las hojas no se le cayeron, sólo se le murieron, y mientras su estado de descomposición no sea tan avanzado como para todavía pasar por un adorno de naturaleza muerta, seguirá haciendo bulto en la barra de la cocina.

Si desde que me lo vendieron debí haber supuesto que sólo traería desgracias a mi vida. Un día paseando por la plaza de San Ángel, este barrio encantador de la ciudad de México, con calles empedradas, casonas coloniales de brillantes colores, plazuelas llenas de pintores mercenarios del "arte", bazares y vendedores de bonsai y otras plantitas acordes con el minimalismo y el feng shui. Estaba una linda y tradicional viejita subiendo las plantas que vendía a su carro y llevaba entre sus manos un simpático bonsai con florecitas blancas y moradas intercaladas. Le habían dado forma de arbolito con alambres que crearon una rama principal y tres ramas secundarias, las cuatro rematando en follajes esféricos. Y como las ramas eran flexibles y estaban rodeadas de alambre, podrías modificar su forma a tu mejor parecer lo cual lo hacía todavía más simpático. Así que me pareció una linda opción para incluir algún elemento decorativo al departamento, que carecía terriblemente de ellos. Mi trago amargo fue cuando le pregunté a la viejita cómo debía cuidarlo. Yo pensé que iba a ser algo como: riéguelo una vez por semana o algo así. Pues no... había que regarlo a diario, pero sumergiéndolo en una cubeta a un nivel de agua unos cuatro centímentros arriba del borde de la maceta, hasta que dejara de burbujear. Y había que sacarlo al sol por lo menos una hora diaria, etcétera... En ese momento comprendí que había sido un error y que mis niveles de responsabilidad y delicadeza no son suficientes para hacerme cargo de un bonsai, pero ya era tarde. Nunca cumplí a cabalidad con todas las instrucciones, para empezar porque salgo de la casa antes de que salgo el sol y para cuando regreso ya se puso otra vez, y eso de la cubeta, por Dios!!! no me la podían poner más difícil. Así que, mal que lo diga, pero me siento un poco aliviado por el sensible fallecimiento de mi bonsai que seguro ambos la pasaremos mejor, él en una lata de composta y yo en lo de siempre...

De cualquier manera... Requiescat in pace

9 comentarios:

Cuquita, la Pistolera dijo...

Querido Rafael, espera, espera, no te atormentes ni te rindas. ¡Tengo la solución!

En primera, no lo sigas sumergiendo en la cubeta, el bonsai está debilitado, imagina si a alguien debilitado lo hundes en una alberca...ajá, ves, yo lo que te recomiendo es que lo podes.

En segundo lugar, además de que le pongas algún fertilizante de esos que venden en el super, pero pódalo, verás cómo resucita.

Lo que pasa es que te está cobrando que lo hayas dejado así nomás, son como jarritos de tlaquepaque...

Un abrazo

Anónimo dijo...

También las personas se secan cuando las olvidan

Anónimo dijo...

Espero que la solucion antes mencionada por cuquita te funcione si no a buscar otra planta decorativa que no necesite demasiados cuidados (para ti creo que funcionarian las llamadas sinteticas)Otra cosita las personas no se secan por el olvido de otra sino por propia eleccion

Cuquita, la Pistolera dijo...

A ver, no entiendo, ¿te olvidaste de regar a un bonsai o a una persona? Más vale que nos lo aclares porque aquí estoy yo recomendándote podar al bonsai y por lo que veo del comentario del Anónimo, el problema fue con una persona... en ese caso ¡por favor no le vayas a cortar nada ni la vayas a hundir en una cubeta!

RBD dijo...

Hola Cuquita,

No dejes de preocuparte, que la entrada era literal: lo que no regué fue un bonsai wannabe. Además, no acostumbro regar personas, jaja, acostumbro regarla pero ésa es otra historia...

Lo de podar mi planta, no me animo, porque tiene todas las ramas secas y creo que si lo podo ya no volveré a ver ni secas ni nuevas... pero lo seguiré pensando y tnx por la recomendación!

Rafael Barceló Durazo

Anónimo dijo...

Huy! uno que se puso poético (o irónico?)después de leer el post y lo regañañ.
atte.
anónimo que dijo que las personas se... patati, patata.

Anónimo dijo...

además no es personal. aunque ese consejo de meter a alguien en la cubeta es bueno.

Cuquita, la Pistolera dijo...

No, a ver....
Deja de leer comentarios que sólo servirán para llevar a tu bonsai al otro mundo...
Todavía estamos a tiempo.
Ya encontré cuál fue el problema
¿De dónde diablos sacaste la idea de sumergir a un bonsai en una cubeta? Es una locura
En una exhaustiva búsqueda en internet de "cómo impedir la muerte de un bonsai", no encontré nada, pero te paso la primera página que abrí, quizá pueda darte algunas pistas...

http://www.plantasyhogar.com/jardin/arboles/bonsais/?pagina=jardin_arboles_bonsais_001_001

Anónimo dijo...

Hola, pues bien... Rafael, has lo que te dicte tu conciencia...
Si ya estabas harto del bonsai pues regalaselo a Cuquita y si no.. tambien. Se nota que ella ama las plantas!