martes, abril 01, 2008

Por una vida seriada...

Hace unas semanas me involucré en la urbana tarea de ponerme al día con alguna serie de éxito. Es que no se puede ir por la vida sin entender de qué te hablan cuando dicen Sex and the City (que debería ser simplemente Sex in the City), o Friends, (aunque esas dos ya no son de actualidad), Los Soprano, Nip Tuck o Lost. Se convertiría uno en algo así como en un inadaptado social que no comparte el lenguaje de la gente, como si en el Imperio Romano no hablara uno el latín vulgar. Y a mí la verdad es que me encanta que me arrastren las masas. Por eso decidí hacer una actualización de mi acervo televisivo que se estaba empolvando a niveles que no me gustaban.

Ahora bien, las series a mí no me gusta verlas en la televisión. Como que el síndrome de sufrir cada vez que se acaba el programa y tener que esperar no sé cuanto tiempo para ver qué continuaba cuando se me quedó el intenstino paralizado por la curiosidad, no, no me va. Ya bastante traumado me han de haber dejado las insufribles telenovelas mexicanas cada final de episodio, como para continuar sufriendo innecesariamente en estas épocas doradas del DVD. Mejor me compro mis discos y yo fijo el ritmo de mi propio sufrimiento. Lo único malo de esto es que a veces los ojos ya no dan para más, pero la emoción llegó a puntos climáticos (de climax no de clima) y me puedo desvelar toda una noche, poniendo a prueba mis reacciones al ingenio de los guionistas.

Empecé con una serie que se llama Dexter. El tal Dexter es uno de esos llamados serial killers (que no es lo mismo que "cereal killers"), pero es uno muy particular porque sus víctimas preferidas son, a su vez, asesinos seriales, los cuales le hacen tanto mal a la humanidad (representada por los residentes de Miami) que nuestro actor protagónico pues se nos hace retebuena gente con sus asesinatos justificadísimos en pro de la ley y el orden. La primera temporada terminó cansándome, porque para tanta sangre, mejor me aparezco en el área de urgencias de algún hospital público y así hago la experiencia más interactiva...

Después inicié con otra serie que se llama Héroes. Esta serie era un must para mí, siendo, como soy, un fan consumado de los X Men y de todo lo que huela a mutante (incluido yo mismo que tengo entre mis súper poderes mutantes poder hacer una trompa tan larga que me puedo tapar las fosas de la nariz, lo cual es muy práctico en todo tipo de albercas y de océanos. Bueno, estoy perdiendo foco... eso se los platico después). En Héroes, algunos humanos han empezado a mostrar súper poderes mutantes debidos (al parecer) al proceso evolutivo Darwiniano. Me entretuvo sobremanera, aunque me resultó más predecible de lo que hubiera creído. No es que no supiera que iban a ganar los buenos y lo malos, que son generalmente tan feos, se iban a tener que conformar con la derrota, pero eso de que en la publicidad de la siguiente temporada te exhiban el final de la primera, te hace pensar que no valieron la pena las muchísimas horas que le tuviste que dedicar al desenvolvimiento de la trama.

Lo que sí es garantía con la mayoría de las series bien producidas es que te van a dar algunas horas de entretenimiento, solaz y frugal esparcimiento. Así que hoy estoy resuelto a poner en el microondas las palomitas de maíz y darme a la tarea de ver la tercera temporada de Lost, que tuve abandonada por tanto tiempo, porque qué hay mejor que preocuparse por las ficciones que tan convenientemente nos distraen de nuestras propias preocupaciones.

6 comentarios:

Paco Bernal dijo...

Hola!
He oido hablar de Dexter, pero no he visto nada de ella. Yo, me compré el otro día la primera temporada de Los Soprano y es muy entretenida. De todas maneras, no te acomplejes por el tema del acervo televisivo polvoriento, Rafa: yo creo que hay cosas que sólo se disfrutan como debe ser en la infancia (quizá en la adolescencia). A mí no me ha producido nada moderno el mismo subidón de adrenalina que tenía en los ochenta y primeros noventa.
Un abrazo,
P.

Anónimo dijo...

A mi me parece que si vas a dedicarle tiempo a ver una serie no hay nada mejor que una comica, ya sea Friends, Two and a half men o Malcom! Para mi son las favoritas de la TV.No hay necesidad de sufir por lo que pasara en los siguientes capitulos y te ries muuuuuy agusto.
:)
Beba

Anónimo dijo...

A mí a diferencia tuya me gusta la emoción que genera esperar toda una semana para saber que pasará en mi serie favorita. Nunca me he acostumbrado a la idea de verlas completas de una sola vez. Casualmente la semana pasada ví el primer capítulo de Dexter, y la verdad me encantó, pero tu comentario me ha desanimado un poco y ya no sé si valdrá la pena seguirla por trece semanas. Bueno habrá que esperar...
Saludos,
Tere

Anónimo dijo...

¡Hola otra vez! Al igual que tu, soy una persona que no soporta la espera tratándose de una serie que te atrapa desde el inicio, hace unos días y ante la situación de no querer salir de casa por estar en tratamiento médico… mi hermano tuvo a bien compartir la serie de Héroes y sus dos primeras temporadas!!! Como bien dices… es mejor fijar nosotros mismos el ritmo de nuestro sufrimiento. La primer temporada estuvo genial!
Saludos desde Querétaro.

Anónimo dijo...

Mmmm, te diré que he dedicado varias horas de mi tiempo en las series, ultimamente opté por comprarlas, ya que el tiempo cuando tienes que llevar una vida laboral es nulo... ja!., te recomieno House MD, Lost por supuesto... y si te gusta la comedia, Friends es un "must" para tu colección... ya que si precisas de algo tipo comedia-romantico-drama... obviamente Grey's Anatomy es bueno... lo demás es pan con lo mismo.. mira, primera vez que puedo recomendarte algo.. jajajaja!.. por un momento creí que tenias todos los temas ya dominados.. buen día niño de la gran sonrisa!!!..

RBD dijo...

Paco,
Yo sí he tenido más satisfacciones televisivas recientemente mayores a las de mi infancia. Prision Break, Lost y Los Soprano me capturaron muchísimo. No podía dejar de verlas. Ahora bien, las carcajadas incesantes de gringo autómata que me sigue provocando Friends (que empecé a ver en 1999 y no he dejado de rever a la fecha...), ésas sí no tienen comparación.

Beba,
Es cierto que uno piensa y para qué sufrir, pero es que el sufrimiento también parece tener algo de adictivo... raro, yo sé, pero yo no lo puedo evitar.

Tere,
Tú síguele echando ganas que a lo mejor te gusta. Esa es la ventaja de los gustos diversos, a ti por ejemplo no te gusta el cine comercial que yo tanto adoro, jajajaja, y a mí no me gusta Ventaneando, jajaja.

Mónica,
Hola otra vez, esperando que haya muchas otras veces... Y sí, además las series son muy comprensivas compañías para los tiempos de enfermedad, depresión y autoprivación de la libertad.

Paty,
Efectivamente la de House está en mi lista de prioridades televisivas, todo mundo la recomienda mucho. La tragi-drama-comedia de Grey's Anatomy por lo pronto no me atre mucho, pero ni digo nada que, a lo mejor, la veo y resulta que me encanta. Ya te platicaré.

Muchos saludos a todos,

Rafa Barceló Durazo