Hoy rompí mi rutina matinal estoica de arreglarme para el trabajo, desayunar algo sano y asqueroso (como las malditas hojuelas de All Bran que tanto agradecen mis intestinos, mientras simultáneamente mi paladar aborrece a su dueño, por alejarse tanto de las prácticas sibaritas y convertirse en verdugo de pacotilla de la gastronomía) e ir a trabajar. Decidí que iría a un lugar que me gusta para desayunar y ¡oh, herejía! tomaría café (no es que sea yo mormón, pero me había vuelto un padre consentidor de mis intestinos y todo mi sistema gastroenterítico y como el café me causaba acidez lo había desterrado de mi vida, para estar en condiciones de disfrutar de las mieles [ácidas] de la coca-cola). Y es que el lugar que elegí me gusta justamente por un café con leche que preparan ahí, que agárrense de donde puedan. Te lo sirven en vaso de vidrio (en vez de en taza) y primero le agregan café expresso (muy cargado) hasta el punto en el que tú indiques, para posteriormente llenar el vaso con leche caliente, lanzada desde alturas insospechadas para lograr un efecto espumoso que es di-vi-no. El desayuno no fue la gran cosa, pero consistía de unas quesadillas (tortilla de harina con queso, como yo siempre las conocí antes de mudarme a ciudad de México), unos free-hole-e-toes (frijolitos) y un omelette de rajas de chile poblano que me dejaron muy satisfecho.
Pero, cuestionando todo el tiempo mis acciones (así se la pasa el fregado Pepe el grillo que se tomó la responsabilidad de fungir como mi conciencia...), mi yo "sensato" (eufemismo para decir "obsesivo-compulsivo-mamón-fresa-intolerante de ceja levantada") me reclamó que si porqué andaba cometiendo esos excesos. Mi yo "cool" (eufemismo para desobligado-hedonista-e irresponsable) contestó con una enorme sonrisa de autocomplascencia: "por dos razones: porque quiero... y porque puedo".
Mis dos yoes hicieron mutis...
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7 comentarios:
...Umm...A veces, estaría muy bien tener un botón para desconectar la conciencia ¿Verdad?
Aunque tampoco hay nada de malo en darse un gusto de vez en cuando.
Lo del café ha estado muy bien, eh? Me lo apunto.
Rafael
¡Que rico café! He probado esos cafecitos y yo que últimamente me considero amante del café a primera hora de la mañana… es una delicia!!! Cada que puedas esconde en lo mas profundo de tu ser a ese “yo sensato” y disfruta de un rico desayuno aunque seas hereje jaja
Que tengas buen día
Dí que sí.
¡Buen provecho!
Besos, Rafael.
¿Desayunaste en la Pagoda o en La Blanca? Ahí sirven de esos cafecitos que luego te hacen ver doble.
Hazle caso al yo del rico desayuno. Olvida al yo del all bran.
Bueno, eso digo yo.
Abracho
jajaja...a Pepito Grillo a veces es mejor ignorarle para que podamos darnos este tipo de homenajes, y por lo que cuentas tu homenaje fue de lujo!.
Besos Rafa
Paco,
Un botón para desconectar la conciencia!!! El que lo descubra se convierte en el Thomas Alba Edison de la post-modernidad. Voy a iniciar mis investigaciones yo creo. También me gustaría dar con un botón que les conecte la conciencia a algunos.
Mónica,
Yo envidio a quienes disfrutan mucho el café, es una afición que no tengo pero creo que tiene un potencial de disfrute altísimo. Tú síguelo disfrutando en esas mañanas.
Cristina,
Tú también di que sí.
Cuquita,
Fue en Los bisquets de Obregón, te lo recomiendo ampliamente. Especialmente el café con leche.
V,
Pepito el grillo, cada vez lo soporto menos.
Saludos a todos,
Rafa Barceló Durazo
Ese Pepe Grillo, qué lata! Yo trato de ignorarlo de vez en cuando. Además, no hay nada mejor que querer y poder a la misma vez, así que aprovecha!!
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