Viene de la expresión inglesa web log que es algo así como pegar cosas en la web. Y exactamente eso es para mí: pegar cosas. Aunque ahí viene la parte complicada porque qué cosas son las que merecen la pena ser pegadas. Mi respuesta convencida es: todas. Porque la idea no está reservada a los ilustrados, ni siquiera a los pensantes, es un medio abierto a todos aquellos con acceso a Internet que tengan las suficientes capacidades técnicas para escribir algo (o sea, miles de millones de personas ¡oh, no, qué horror!).
Habiendo dicho esto, quede expresado que no tendría que pedir disculpas por publicar las cosas más irrelevantes, aunque agradezco el esfuerzo de quienes sí escriben sesudamente y aplaudo a quienes lo hacen con talento (y buena ortografía). Pero en la esfera bloguera soy completamente condescendiente conmigo mismo y olvido la mayor gravedad que tiene la palabra escrita y soy completamente conversacional. Efectivamente, para mí el blog desde sus inicios fue sólo un medio para conversar, aunque debo reconocer que de manera bastante unilateral porque es más lo que yo digo que lo que yo oigo de probables interlocutores.
Entonces, ¿a quién le interesa mi disertación sobre la función de los blogs? Básicamente, a nadie (y lo digo con cinismo, porque si alguien ya llegó leyendo hasta acá y hasta ahora se da cuenta de que toda la jiribilla que se echó previamente era prácticamente una regurgitación mental, puedo comprender que no esté nada contento con el que esto escribe). Pero se me hace genial que simultáneamente a rascarme el ombligo puedo escribir ideas que para bien o para mal deambulan en mi cerebro y lo más sorprendente es que desatan comentarios (publicados aquí o no) que me ilustran sobre perspectivas compartidas o divergentes o que traen a colación otras ideas aún más divagadas, lo cual me agrada ampliamente.
Debo confesar ante mis potenciales lectores que en la vida real soy menos superfluo (qué vergüenza!!!) y suelo abordar los temas con mucha seriedad, y a la menor provocación empiezo a argumentar con seguramente aburrida elocuencia temas de política, religión, economía, filosofía (lo poco que puedo entender), cine, entre otros. Pero, afortunadamente, creé este alter ego que bloguea que no toma nada verdaderamente en serio, un intelecto comparable a la mismísima Barbie Malibú, un irresponsable burgués que se pasa la vida hablando de sí mismo como si eso debiera importarle a alguien más que a sí mismo y a sus biógrafos (que, por cierto, no existen). Y aún reconociendo todo lo anterior me encanta la experiencia de bloguear y ni siquiera me dan remordimientos (y es que ya no hay moral!!!!). Eso ha sido para mí un blog y, como dice la canción, "mi gusto es...".
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5 comentarios:
No seas tan modesto, que tu blog "conversacional" como tú dices, está lleno de cosas muy profundas que aparentemente no lo son (pero que lo son, ya lo creo que lo son), y de ideas y de experiencias... y todo ésto ¡¡¡sin faltas de ortografía!!!
Besos
Bueno, si trataste de crear un alter ego como el de la Barbie Malibu...lamento informarte muy respetuosa y formalmente que: ¡fallaste!
¿En serio tus escritos son como de tu alter ego? Mmmhhh, algo me hace sospechar que no.
Chau
RAfa, he leído el post que me decías en mi blog sobre peluqueras, peluquerías y demás... me he reído mucho
Y que conste que creo que la peluquera tenía razón, que no, que no eres...(no acabo la frase, jajajaj)
besos
Ben:
Qué bueno que has llegado a mi blog, lo cual me provocó ir al tuyo y también te estaré leyendo. Así que pues, Ben, ven (onomatopeya de una campanada) tan seguido como quieras. Un abrazo
Cristina 1:
Más allá de falsa modestia (que de seguro tengo algo), la idea era fijar una postura (la nociva autocomplascencia) respecto a lo que se le puede demandar a mi blog. Pero me alegro que me leas entre líneas como para poder hallar profundidad.
Cuquita:
Efectivamente mis escritos no son per se un alter ego. Ni siquiera intento deliberadamente reinventarme en el blog. Es sólo que estoy convencido que de lo que escribo no se desprende fielmente como "realmente" soy (crisis existencial de bloguero, jaja). Y si he fallado con mi alter ego de la Barbie Malibú, entonces lo intentaré con una peluca rubia, rubia y larga, larga. Estoy seguro que me veré fa-bu-lo-so. Besos
Cristina 2:
Menos mal que no terminaste la frase, ya sabes que eleva mi nivel de bilis a amarguras insospechadas. Besos
Un blog es sólo un formato, como aiguamente lo era el cuaderno. Lo demás es mística creada inconvenientemente :)
un saludo
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