viernes, octubre 08, 2010

Me gano el pan con el sudor de nuevas callosidades

Ayer al momento de bañarme descubrí que tenía la esquina inferior izquierda de la mano derecha con una coloración rojiza y que me ardía un poco. Traté de hacer memoria de si me había caído a manera de hacerme esa especie de moretón, pero estaba casi seguro de no haber rodado por el suelo en fechas recientes. Pude recordar fácilmente uno que otro resbalón en las banquetas llenas de musgo y lama que dejaron las tenaces lluvias costarricenses, pero nada que me hiciera caer bonitamente (es decir, feamente).

Pero hoy al llegar a la oficina y empezar a checar mis correos, me di cuenta de la causa cuando empecé a maniobrar el mouse de la computadora y volver a sentir el ardor en esa parte de la mano. Hice varias pruebas y di con el origen de mi dolencia, se trataba ni más ni menos que de un callo producido por la sobreexposición a la computara de la oficina (la de mi casa no tiene mouse) y el abuso en el uso del así llamado "ratón". ¡Ah caray!, pensé, sus impuestos sí trabajan conmigo (dirigiéndome a hipotéticos contribuyentes mexicanos).

Claro que el mouse igualmente sirve para navegar en facebook y ociosidades varias, pero estoy seguro que los usos lúdicos de la computadora no dejan huellas tan nocivas como mi callosidad. En realidad, buena parte se la debo a la elaboración de un detalladísimo documento con tablas, viñetas, fotos, números, etcétera que no podía hacer con el teclado y que me hicieron abusar del ratonsuelo. Así que para mi próximo cumpleaños ya tienen una idea para regalo, un magnífico reposamanos ergonómico con colchoncito a la altura de la muñeca que me permita solasar mis atribuladas articulaciones, antes de que aplique la evolución inversa y termine quedando con forma de homo absolutamente non erectus (sin albur, si son tan amables) por pasar sentado nueve horas tras un ratoncito del mal, como si yo fuera Tom y él fuera Jerry.

O también, digo, si andan en sus días más generosos, podrían pensar en regalarme una pensión por retiro anticipado para evitar el desgaste de la juventud, que me permita irme a vivir a alguna playa sin oficinas, ni escritorios, ni mouses, ni paper cuts. Sí, ése sería buen regalo. ¿Quiéeeen?

Buen fin de semana.

2 comentarios:

OJ Gonzalez-Cazares dijo...

awwww a do raaado... quejandose del callo del "raton"... que te oyera tu nana carmela y sus congeneres de manos y expresion endurecida por el arduo trabajo del campo!! te diria: "chingado chamaco quejumbroso, andele, ponga a pedalearle al arado pa que vea lo que es amar a Dios en tierra de indios!!! - una pomada de la campana te voy a regalar de cumpleanios!!!! ;) Beso a su manita, sana sana!!!

RBD dijo...

Jajaja... ciertamente... pero no me quejo solo lo describo, jejeje...

Abrazo,

Rafa