Después de haber disfrutado algunos días de vacaciones en la ciudad de México con mis sobrinos tomamos el vuelo que nos habría de traer a esta tierra que tan generosamente se esparce en un verano con temperaturas superiores a los 40°C. Afortunadamente, el cambio no fue tan brusco porque nos recibió una "agradable" mañana nublada que en algo matizaba el calor hermosillense. Al día siguiente, no sin antes haber gozado de la compañía y la plática de dos amigos entrañables, acompañada de vino tinto y un juego de video que se llama Rock Band, nos fuimos en viaje familiar a Bahía de Kino, la playa más cercana a Hermosillo. Ahí, recordé con cariño meterte al mar y que el agua no esté fresca, sino caliente, lo cual puede sonar un poco abochornante, pero que es ideal para no hacer aspavientos ni contener la respiración cuando el agua llega a salvas sean las partes. Además, del baño marino y del molesto contacto con las algas que te rozan el tobillo, el viaje incluyó carne asada por la noche y cantar junto al mar acompañados de una guitarra que fue convenientemente razgada por dos de mis cuñados, pero que tuvo que sufrir que los cantantes nos negáramos a acompañarla con el tono.
Pero la cereza del pastel de este viaje formidable ha sido venir a mi pueblo. Visitar el único lugar en el que puedo escuchar el sonido del silencio e interpretar sus voces. Ha sido especial porque estamos en una etapa en la que el pueblo vive su serena cotidianidad. No es ni Semana Santa ni las fiestas decembrinas (que son las fechas en las que he regresado con asiduidad). Es simplemente finales de julio y la única novedad es que las tardes que he pasado aquí ha llovido con firmeza y el calor ha menguado un poco. El cerro está verde, como pocas veces lo recuerdo, y el cielo se empieza a poblar por las tardes de unos nubarrones inmensos y claros, de esos de los que parece que saldrá la virgen (si tuviéramos en Huásabas la misma suerte que en Fátima, Portugal).
Por la noche, nos sentamos a mecernos en sendas poltronas mi papá, mi hermano Luis y yo en el porche de la casa y contemplamos la lluvia caer. Contemplar en el sentido literal. Nuestras vistas se perdían en las gotas que incesantemente se encargaban de refrescar aquella noche y la plática encontraba sus hilos en ese mismo ejercicio de contemplación. Y nos contábamos las mismas anécdotas de personajes del pueblo que nos resultan célebres y renovábamos la comicidad de los mismos dichos y refranes de los huasabeños, que en la sobria y austera existencia de vaqueros de miradas ocultas bajo el sombrero, develan también unos cuantos siglos de la sabiduría propia de la supervivencia. Todo esto fue presenciado por un sapo que aunque fue cambiando de posición siempre dirigió su horripilante cara hacia nosotros, como pendiente de la conversación. Y todavía para nutrir mi ya inflamada nostalgia, pasó frente a nosotros un compañero de la secundaria y la preparatoria con el que tuve a bien hacer un repaso de varias historias de esos tiempos de divertidas mocedades y un recuento de los probables destinos de los que en aquellos tiempos eran mis compañeros inseparables de vida.
Hoy fui también al río por el callejón que, rodeado de milpas y flanqueado por álamos, conduce al "Pango", lugar donde está el puente colgante que atravieza el río. Aunque la mañana estaba sofocada por la humedad de la lluvia que disfrutamos la noche anterior, ese paseo con los sobrinos me transportó a las dulces épocas de infancia en las que "ir al río" era un viaje siempre ansiado. Me quité las sandalias que tan cómodo me han tenido, renegando de la esclavizante formalidad del zapato cerrado, y caminé descalzo por el callejón. Descubrí que para disfrutar esa acción, la planta del pie debe estar bien acostumbrada y que yo, desafortunadamente, he perdido esa requerida condición. Pero el símbolo bien valía el dolor que me provocaba la áspera arcilla. Y también me mojé los pies en la fría agua del río, un agua turbia a causa de la lluvia que olía a lodo y a árbol.
Definitivamente la serenidad de las tardes de este pueblo se han convertido en mi santuario por excelencia. Aquí me renuevo de una manera casi religiosa. Huásabas no es solamente mi tierra, ese ombligo que me conecta físicamente al mundo, sino también mi lugar de peregrinaje: mi Meca, mi Roma, mi Jerusalén.
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12 comentarios:
Qué hermoso texto Rafa. Y qué hermoso poder regresar a un remanso como ese. Yo soy citadina, si me siento a contemplar la lluvia me acompañan ruidos y sonidos estridentes e histéricos. ¡Qué ganas de tener un lugar así.!
Saludos
Recuerdo una foto, en uno de tus posts, en la que estabas en el porche de tu casa sentado en un sillón o no sé cómo se llama precioso...
Te imagino allí contemplando la lluvia. Qué maravilla pararse a contemplar la lluvia, ahí, en tu casa, con tu gente, en un lugar de paz...un refugio...
Besos, Rafa
Rafa: eres un poeta. Así: sin más ¿Has leido "El cuaderno gris" de Josep Pla? Creo que Pla y tú tendríais muchas cosas en común. Si no lo has leido aún, creo que lo disfrutarás.
Un abrazo,
P.
Hola Rafa...
Estoy de acuerdo con Paco....
pero tengo algo que agregar.... el ser originario de un lugar como Huasabas nos hace a todos un poco poetas... aunque contigo se lucioo.... Felicidades...
y siguenos deleitando con tus vivencias.
Un post de lo más agradable.
un abrazo
Claro, claro casi como Benedetti!! jajajaja. No Rafael, dedicate sólo a litigar
excelente, no me digas que no extraniaste el calor cuando aterrizaste en la ciudad de Mexico, para mi es siempre cruel que le digamos verano y tenga que salir en sudadera con gorrito, por aquello del frio y de las lluvias.
Que bueno que tuviste tus vacaciones y te liberaste tan solo por un momento de despertar temprano, aproposito, SUERTE con el nuevo grupo.
Hace falta un Post de la consulta ciudadana, te propongo una pregunta, vale la pena demeritar a la democracia directa (referendum, consultas y revoco de mandato) por el simple hecho de que un funcionario publico los utiliza para su propio beneficio? te lo propongo pk en el radio solo he escuchado referencias a las consultas con despectivos, y a mi consideracion no lo veo asi. :D
Estar en Hasabas...la primera maravilla del mundo!!
si, para mi, llamese Huasabas o Granados!!
Pero alla quiero ir...
Que felicidad que disfrutaste de esos dias tan bonitos e inolvidables!!
algun dia regresare a ese "camino de santiago" y caminare los 100 o mas Km, para obtener la "compostela". Honor!!!
Algun dia...!!!!
Gracias Rafa...!!!!!!
Celinita Duran
Cuquita:
Vas a ver que poco a poco se van desvaneciendo la histeria y la estridencia, aún para los genéticamente urbanos.
Cristina:
Exactamente en el mismo lugar y "sillón" (se llaman poltronas) que aparece en esa foto, ahí estaba. ¡Qué buena intuición! ¿o será que tienes poderes de psíquica? jejeje.
Paco:
Anotadísima la recomendación. No lo he leído y lo busco de inmediato.
Jesús:
Pues yo creo que sí, aunque dicen que todos tenemos un poco de "músico, poeta y loco". Más bien con lo de loco, conmigo se lució, jajaja.
Dalia:
Gracias. Otro abrazo para ti.
Anónimo:
En realidad nunca he litigado, pero si te parece, consideraré dedicarme "sólo a eso" (en sentido irónico, obviamente).
Esteban:
Efectivamente, el verano es la cosa más ambigua que tiene el D.F. Ahora ya estoy de regreso y traigo sweater. ¡en agosto por el amor de Dios!
Sobre la consulta, estoy contigo, a México le hace mucha falta transitar a una etapa con más mecanismos de democracia directa, como las consultas. El asunto es que la propuesta por Ebrard es una burla, simplemente indefendible, por eso le han llovido críticas. Aunque claro, algunas posiciones tienen seguramente que ver con un supuesto teórico más sofocrático o plutocrático para decidir ciertas cuestiones públicas. Trataré de escribir de eso. Es un tema inagotable.
Celinita:
Efectivamente, una shulada nuestros pueblos. Un lujo poder volver.
Muchas gracias a todos y un abrazo.
RBD (no el grupo, sino yo)
No hubo fotos pero tampoco fueron necesarias... "se ve" que disfrutaste los días y le sacaste jugo a tus vacaciones.
Al igual que tu... estuve por mis tierras... hubiera querido ir de vacaciones. No fue así, sin embargo pude ver y estar con la gente que quiero. Por cierto, vi a Judith!! esta de lo más feliz!!
Que tengas buen fin de semana.
Saludos desde Querétaro.
Hacía tiempo que no disfrutaba de tu delicosa prosa en la que con tanta gracia entremezclas tus vivencias, recuerdos y tantas otras cosas entrañables. Una delicia.
Un abrazo, Rafa.
rafael, un saludo de la familia acuña campa.( chayo acuña y blanca campa de acuña)
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