Cada fin de semana tiene su peculiaridad. El que acaba de pasar tuvo la peculiaridad de no tener mucha peculiaridad. La verdad es que ya traía muchas ganas de uno así. Excepto la reunión mensual con los amigos de la maestría de la que volví a ser anfitrión y en la que tuve a bien optar por pedir la cena a domicilio, para no tener que forzar a los invitados a que emitieran buenos comentarios sobre los improvisados y discutibles alimentos de mi creación. Extrañaba mucho desvelarme platicando en el lenguaje compartido de temas que le gustan al 0.000001% de la población mundial y que en la maestría nos apasionaban, sin prescindir de temas como el despojo del que está siendo víctima Christian Castro, por parte de una tal Lieberman. Pero, digo, terminar hablando hasta del sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) o de los sentimientos irracionalmente antiyanquis que acarrea para algunos mexicanos la pérdida de los territorios del ahora suroeste estadounidense hace siglo y medio, seguro que no forma parte de las conversaciones más populares en reuniones donde hay alcohol.
Sábado y domingo me entregué a las mieles de la "fodonguería", que es el movimiento contracultural que consiste en: 1) no quitarse la pijama; 2) pasar en la cama al menos el 60% del día; 3) ver varias series y/o películas; y 4) comer palomitas de maíz y bebidas azucaradas y gaseosas.
No vayan a quedarse, eso sí, con la falsa impresión de que sucumbí de manera absoluta a la pereza mental y espiritual. No, qué va, la película que vi era sobre el tráfico de infantes con fines de explotación sexual (odio al mundo!!!) y, en cuanto a series, aparte de terminar la segunda temporada de Héroes que se desarrolla mejor que la primera porque dura la mitad de episodios y no tuvieron que mega-alargar el guión para efectos estrictamente lucrativos. Decía que, aparte de Héroes, estuve viendo hartos capítulos de Roma. Es otra serie de HBO ambientada en épocas de Julio César, cuando la República Romana fue convertida en Imperio Romano. Las intrigas se ponen rete-buenas, creo que hasta mejor que los chismes de la vida sentimental de Niurka, sólo que con menos silicón.
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3 comentarios:
Pues por lo visto la práctica contracultural de la fondonguería está bastante extendida porque, por lo que cuentas, se parece bastante a algún que otro fin de semana que yo recuerdo por aquí...aunque eso cambiando Heroes por Weeds.
Ave Rafa! Te declaro fundador del movimiento fondonguero jajaja. Por aquí por Austria tampoco hemos hecho mucho.
Un abracete.
Rafa, a eso le llamo "arrastrar los pies" o "pereza con gusto", es fenomenal!!
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