martes, marzo 10, 2009

Está bueno, llévense a Cassez, pero déjennos a Carla Bruni

El título de esta entrada lo tomé de un comentario a una nota de El Universal sobre la visita de Nicolas Sarkozy a México. El presidente de Francia y su farandulera esposa están en el país con una agenda no muy productiva, diría yo, pero sí bastante atractiva para la prensa. Uno de los principales temas de la agenda es devolver a territorio francés a una chica de nombre Florence Cassez que fue detenida por las autoridades mexicanas y ha sido sentenciada a 60 años de cárcel por el delito de secuestro y otros "detallitos sin importancia" como crimen organizado.


La tal Florencia (digo, si ya la tenemos en cárcel mexicana pues no está de más que le hispanicemos el nombre) era la novia del jefe de una banda de secuestradores cuando fue detenida con otro integrante de la misma banda. Los detalles de la investigación están, como siempre, muy turbios. Lo que al parecer ha quedado claro es que se aprovechó esta detención para hacer un show mediático truqueado dándole la exclusividad a Televisa, el gigante de los medios de comunicación, fingiendo que se capturaban en un lugar distinto de donde habían sido realmente detenidos la Florencia y el otro tipo. Todo esto lo dio a conocer la propia francesa con su acento "impejfectó".

La verdad es que el beneficio de la duda lo tiene, porque las autoridades procuradoras de justicia en México están en total descrédito, de modo que si el propio Chapo Guzmán (capo di tutti capi) declara que todos sus cargos son una farsa de la Procuraduría, estoy seguro de que muchos mexicanos se lo creerían. El asunto es que algunas de las víctimas de la banda no se cansan de repetir que la chica sí participó en sus secuestros y reconocen la voz y hasta los pelirrojos cabellos de la susodicha. En especial una de las víctimas que ahora vive en Estados Unidos, literalmente rehaciendo su vida por temor a las represalias de la banda, ha sido muy enfática en sus declaraciones de culpabilidad de Florence.

Sarkozy por su parte quiere congraciarse con su propia opinión pública llevándose a su compatriota al primer mundo al que pertenecía antes de caer perdidamente enamorada del delincuente mexicano, que también secuestró su corazón y por eso ni se dio cuenta de la ilicitud de las actividades de su Romeo azteca. Y Felipe Calderón, usando magistralmente el Mexican style le dice que sí a todo, nada más que no le dice cuándo.

Siendo así las cosas, yo me uno a la petición del comentarista de la nota periodística y cual buen negociador le propongo a los franceses: "ándenle pues, llévense a la Cassez, pero déjennos a Carla Bruni".

1 comentario:

Cuquita, la Pistolera dijo...

¿No será que nos doran la píldora? Tal vez nos están haciendo concentrarnos en la secuestradora francesa mientras Monsieur Bruni y Calderón están firmando tratados atómicos o algo así.
¿o no?