"¡Qué gusto me da cuando llegan! Pero más gusto me da cuando se van"
Algún viejito de mi pueblo a sus hijos que llegaban acompañados de sus familias a visitarlo.
No vayan ni por un momento a creer quienes me visitaron que comparto la cínica postura del adusto creador de esta frase. No, ¡qué va! Que me caiga un rayo si no es cierto que disfruto con harto entusiasmo recibir visitas y que el rol de anfitrión me sienta muy bien, sobre todo en mi chilanga vida.
Así ha sido que desde que regresé de vacaciones mi cabeza no ha conocido la paz, porque he tenido la suerte de recibir, primero, a una amiga francesa que enseña español en Francia y a un amigo español que enseña francés en España (aunque pareciera un juego de palabras todas ellas son semántica y sintácticamente pertinentes), junto con un amigo michoacano que, como yo, fue asistente de la clase de español en Francia. Vinieron los tres de diferentes puntos para encontrarse en la ciudad de México y emprender un viaje por distintas partes del país (que mucho envidio) mientras yo, trabajando como si el progreso de la Patria dependiera de ello, sólo los veo llegar de Chiapas para irse a Michoacán y luego de ahí para irse a la Riviera Maya y de regreso para volverse a sus respectivas tierras. Pero ha sido de lo más agradable recibirlos en casa como Nicole (la amiga francesa que enseña español en Francia) nos recibió a nosotros en la suya, que está en la Provenza francesa y que es una monada. O rememorar las largas y divertidas conversaciones que sostuvimos Juan Luis, el otro Rafa y yo, mientras paséabamos por las calles de Lyon o mientras nos tomábamos un cargado café nocturno en aquel salón de fumadores de puro con cortinas rojas de terciopelo y atmósfera vaporosa. Compartir la ciudad de México con ellos y que ellos compartan conmigo cómo San Juan Chamula, Chiapas, les ha parecido como salido de una película de horror, ha compensado con creces las pocas horas de sueño recientes (que dormir a veces es desperdiciar).
Y el mismo día que ellos se fueron a Chiapas, llegó mi hermana Miriam con otras tres amigas sonorenses, que decidieron darse un tour por el sur mexicano y que lo han disfrutado, a mi juicio, hartamente. Además de la alegría de tener a mi hermana en mi casa y de las horas de risas y bromas que hemos disfrutado con sus amigas, me ha fascinado contemplar el choque cultural de cuatro encantadoras sonorenses paseando en la ciudad de México, que es la capital de una República que congrega realidades muy diferentes. Tanto que a muchos de mis paisanos (y yo me incluyo) nos es difícil en el contacto inicial captar la idea de que somos la misma nación y no sentirnos extranjeros en nuestra propia tierra (exacerbada la idea por el hecho de los locales también les preguntaban que si de dónde eran, como si tampoco ellos las reconocieran).
A mí me resulta difícil quitarme el personaje de ser hermano mayor (de mis hermanas menores, claro...), por lo cual su viaje no estuvo ausente de nerviosismo para mí. Una especie de instinto protector me hacía desconfiar de quienes se les quedaran viendo (porque noté con cierto desasosiego que muchos hombres en esta ciudad se quedan viendo a las chicas de una manera tan libidinosa y tan descarada que realmente incomoda y que, creo, puede ser equiparada a una violación del espacio vital y que intimida y causa miedo). Pensar en que cuatro jóvenes atractivas andarían solas en medio de la jungla de esos libidinosos más cercanos al eslabón perdido que al homo sapiens me tuvo algo intranquilo. Pero, al final, excepto un incidente muy desagradable con un bastardo que alevosamente aprovechó los apretujamientos del transporte público para sobrepasarse con una de ellas, no hubo nada qué lamentar.
De hecho, creo que el único que estaba nervioso era yo, porque yo las veía encantadas haciendo pláticas con extraños que luego volvían a aparecer convenientemente a la hora de la fiesta (unos por casualidad y otros, supongo, debidamente avisados sobre nuestros paraderos). Anduvieron, eso sí, con un mood bastante internacional, entre estadounidenses, israelitas y venezolanos, tanto que yo ya no podía ni seguirles la pista de sus conquistas. Para mí fue suficiente compensación festejar el intento legítimo de comunicarse con graciosas mezclas inglés-español que al parecer a todos dejaban contentos. Que si estar bajo la lluvia era "to be DOWN the rain", o que si estar en el metro era "We are in the METER" o bien, para decir nos vemos luego (y que quedara muy claro) la despedida era "see you MORE LATER".
Además de la agradable compañía, todavía me hacían el gran favor de prepararme el desayuno en lo yo que me arreglaba para ir al trabajo (un lujo en toda la extensión de la palabra para un hombre soltero y tenaz para conservar su "independencia"). Definitivamente recibir visitas sí paga, y no me refiero sólo a la satisfacción del anfitrión sino a lo valioso de la experiencia y a lo divertido de esos días en los que ni te acuerdas de la palabra rutina.
Lo demás fueron paseos por la ciudad, el obligado viaje a Cuernavaca y visitas a bares y hasta un "antro" (al que sólo entré para cerciorarme de que todo estuviera bajo control y volví sólo para llevarlas de regreso a casa, a altas horas de la madrugada, cabe señalar). Y al despacharlas el día de hoy de regreso a su tierra (que tambíén es mía), la certeza de que las memorias siempre estarán ahí para provocarnos una sonrisa o sacarnos una carcajada cuando recordemos estos días que acaban de pasar.
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5 comentarios:
Hola Rafael
"las memorias siempre estarán ahí para provocarnos una sonrisa o sacarnos una carcajada" RBD
Estoy de acuerdo!!
Buen inicio de semana
Saudos
Hermano!... que forma tan más agradable de contar esta semana que para nosotras fue una experiencia inolvidable donde gracias a ti aprendimos y nos divertimos como nunca. Ojalá que la hayas pasado bien también aunk supongo que si pq nos reimos muuucho de todo lo que nos pasaba, claro que a nosotras nos kedaron ganas de regresar pq nos atendiste super bien y de alguna forma te lo vamos a compensar... minimo con flachazos de mis amigas :P jajajaja... gracias por eso i por lo qeu nos falta... un beshooo =** te kiero i t xtrañoo!!...
rafaaa!!!... muchas gracias por cumplir mis caprichos nuevamente.. pero kería hacerte una aclaración: donde kedó: I´m a catholic girl? jajajajajaja! en verdad que me la pasé mucho mejor de lo que esperaba y de seguro no hubiera sido posible sin tu contribución gracias por lidearnos que mira que no es cosa nada fáciL, ojalá y podamos retribuírtelo y si no, pues que Dios te lo pague con muchos hijos =) .. acá seguiremos extrañando nuestros días en México, cuídate te mando un abrazo y mis millones de gracias.
Hola rafael,
Solo quiero saludarte. Ya tenia mucho tiempo que no lo hacia.
Siguete divirtiendo:D
olaaa hermanastriiitoooo... q bonitaa entradaaa de verdadd me la paseee increiiibleee muchas gracias por todooo i desde ahoritaa te amenazOoo con el ``voolvereeemoss`` jajajajaj... de verdad nunca olvidaree todas estas experienciaass agradables q vivimos toodaass i toodooss... fue algoo maravillosoooo jajajajajaja... nunca pense pasarmelaa tan biien .. y debo recalcar q nada de esoo hubiera sido posible sin tiii grandiisiimo anfitriion .. y esperoo q cuando vuelva no solo sepa preparar desayunos si n o tambien comidas y cenas deliciosas a tu paladar exquisiitoo .. jajajaj... sale ps hermanastritoo nos vemoss prontooo y cuiidatee muchooo de los chilangos libidinosos q en lo particularr no me molestarOnn mucho 8-) sobre todoo en el antrOO... epserooo q te la hayas pasadoo padre junto con nosotrass... y hayas aprendido de mis palabras rebuscadas (proxemia) como io de las tuyass.. bueno pss ia me despido pq esto ia parece carta.a... aahh una ultima cositaa.. espero q me traduzcas algunas de esas palabras rimbombantes q pusiste en la entrada q parece q nomas las usas para q io no las entienda =( acuerdate q mi lexico no es tan abundante como el tuYOo .. juajajaj sale pss tqmmmm hermanastritoo siigue iwal de simpatiicoo ciiaoOo =*
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