Atormentado por la culpa de no haber escrito en un par de meses y por la insoportable existencia de gente que se preocupe por mí por no ver nada publicado en tan largo tiempo (circunstancia algo improblable, por cierto, pero bueno los dejos de egocentrismo me hacen pensar cosas así) me decidí por lo menos a dejar una entrada que informe que estoy vivo y bien. He estado algo disperso, estresado como de costumbre, agobiado por esa maldita tesis que no termina de estar lista por más atención mental que le presto (poco talento de investigador podría ser la razón, pero sigo en estado de negación de esa realidad...). En fin, nada muy diferente de lo que aquéllos que me conozcan o me hayan leído no den siempre por sentado al respecto de mis estados de ánimo.
Pues como me la he pasado atribulado por la tesis no hay mucho que reportar, excepto varias manchas que ahora adornan mi piel resultado de haber convivido más de lo que debía con unas algas marinas (algas sin 'n' al principio que así se hacen los chismes) de aquel último viaje a la playa que les platiqué. Y como quería vengarme del dios Neptuno por haberle jugado tan mala pasada a mi piel, volví a las playas de Guerrero, pero ahora sí a Acapulco hace un par de fines de semana. La pasé genial con mis camaradas de la maestría que colectivamente decidimos dejar de preocuparnos por nimiedades académicas y tirarnos al sol en las mismas playas en las que Richard Burton y Liz Taylor hicieran su nidito de amor, o las que inspiraron a Agustín Lara a cantarle a la diva de divas mexicana María Félix (digna representante de la belleza sonorense) "Acuérdate de Acapulco", lo cual me puso a pensar con cierta suspicacia qué habrían hecho los condenados en las entonces glomourosas playas acapulqueñas que no nos dijo Lara en la canción, limitándose a sembrar la duda. Ya ven uno que es puro morbo...
Tampoco estàn ustedes para saberlo ni yo para contarlo pero también hice acto de presencia en el Zócalo de la Ciudad de México para posar para Spencer Tunick en una experiencia personal única e irrepetible (espero) de locura colectiva (en una colectividad de 18 mil seres humanos, directo para el récord de Guinness). Los detalles no los comento porque esas conversaciones se dejan mejor al olvidadizo destino de la pláticas verbales.
Pues ya con ésta me despido porque estoy en un cafè Internet por fallas técnicas de mi conexión doméstica, pero la colectividad al escribir una entrada teniendo que chutarme los gritos de Christina Aguilera en lo que parece ser una canción no es nada inspiradora.
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8 comentarios:
Siento lo de tu piel y sobre todo lo de que hayas tenido que escuchar a Christina Aguilera.
Me alegro de todo lo demás, especialmente de leerte de nuevo.
Besos.
!No puedo creer lo de la foto¡ ¡es increible¡ eres mi héroe.
que onda con el café? no te hagas, yo pago el mio, jaja. Tienes que contarme todo porque nunca creí ser más fresa que tú.
saludos y que acabes pronto tu tesis
La tesis, la tesis... ¿por qué a todos nos pasa lo mismo?
Hace mucho que no dejo un comentario en tu blog y lamento que sea para corregirte, pero Liz Taylor y Richard Burton hicieron su nidito de amor en Puerto Vallarta, a muchos kilómetros de las playas que disfrutamos hace algunas semanas. Saludos
Hermano... todos tus fans y yo.. (la namber guan) te extrañamos... con decirte k lei la entrada varias veces porke ya necesitaba disfrutar una de tus historias y aún con sus errores SON DE LAS MEJORES! apoco no Tere? =D
pd. extraño tus chistes salados, tus risas sin causa y tu pudorosos comentarioss... i (L) hno LeLO!
Quiero quejarme de que este post no venga acompañado de una copia de la foto con una flechita que rece "Yo estoy aquí" indicando tu emplazamiento como en los mapas. Un abrazo.
Hola lamento escribir nuevamente para sacar de su error a un miembro de la familia Barceló, ya que la fan número uno del Rafa soy yo. Pero estoy dispuesta a compartir el puesto.
¡Te vi, te vi en el reportaje que pasaron por la TV española! Destacabas.
Un abrazo.
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