Saint-Flour, Francia. Jueves, 9 de febrero de 2005, 2:09 P.M. Estoy en la sala de profesores. Normalmente, a las tres empiezo a dar tres horas de clases. Pero hoy es un dîa especial. Los alumnos estân en huelga. Sî, los alumnos estân en "huelga". Hace dos semanas fueron los profesores, ahora tocô el turno a los estudiantes. La razôn principal es que el gobierno planea desaparecer el baccalauréat. Êste es un examen de tipo nacional que se aplica a los estudiantes al terminar el liceo (corresponde a la preparatoria en México). El gobierno planea que sea ûnicamente el establecimiento escolar el que determine si el alumno ha acreditado su formaciôn media superior. Es decir, que las cosas sean como pasan en México que al terminar tu escuela obtienes tu certificado y con ese mismo documento acreditas que has finalizado satisfactoriamente tus estudios y no a través de un examen nacional, organizado por el Ministerio de Educaciôn, como hasta ahora venîa pasando en Francia, examen con el cual intentas ingresar a la universidad o acreditas tu formaciôn para integrarte al mundo laboral. La medida parece corresponder con la tendencia de que el Estado (es decir, el gobierno central, porque es una repûblica centralista, no federal) se deshaga de muchas de sus actuales facultades y se las ceda a las regiones (equivalentes a las entidades federativas para México, pero con mucha menos autonomîa).
Los alumnos franceses en su mayorîa no estân de acuerdo con la implantaciôn de este sistema, puesto que a su parecer generarâ muchas desigualdades, sobre todo regionales. O sea, que se empezarâ a apreciar a los alumnos en funciôn de las escuelas de las que provengan y no de sus méritos propios, evaluados con los mismos criterios. El bac, como llaman a este examen nacional, tenîa la peculiaridad de ser el mismo para todos los estudiantes y se mantenîa anônima la identidad del que lo presentaba, por lo cual, las personas que lo calificaban no sabîan a quién estaban evaluando. Dicha prueba, consideran los manifestantes, parte de un criterio de igualdad nacional en la que los estudiantes obtienen determinada calificaciôn (que los hace candidatos o no a las escuelas mâs importantes), sin importar de qué establecimiento escolar o de qué regiôn procedan, evaluândose uniformemente los conocimientos adquiridos por los estudiantes de todo el paîs.
Hay que aclarar que el sistema educativo francés, por mâs que se plantea como un requisito indispensable la igualdad en la educaciôn de los alumnos, cuenta con un sistema elitista de educaciôn para la formaciôn de sus cuadros superiores, tanto de gobierno como empresariales. Lo anterior, a través de las "Grandes Escuelas", que son instituciones de educaciôn superior en las que se forman a las élites gubernamentales, cientîficas o empresariales. Para acceder a las Grandes Escuelas es necesario hacer clases preparatorias en los "Grandes Liceos", que son las preparatorias mâs prestigiosas y a las cuales no es fâcil entrar. Hay familias acaudaladas que compran propiedades inmobiliarias cerca de estos establecimientos para que sus hijos puedan entrar en ellos por corresponder a su circunscripciôn, lujo que estâ por demâs decirlo no se pueden dar los integrantes de las clases medias y, mucho menos, los de las clases bajas. Ademâs, de los establecimientos de prestigio, estân las diferencias regionales. Las regiones en Francia, como mencioné al principio del primer pârrafo, corresponden a las divisiones geopolîticas que en otros paîses se llaman provinicias (Argentina) o estados (México o EE.UU.). Inclusive en el mundo desarrollado, hay regiones que se encuentran en un nivel de atraso considerable con relaciôn a otras. Por ejemplo, en Francia, las regiones de Ile-de-France (Parîs), Rhône-Alpes (Lyon) o Provence-Alpes-Côte-de-Azur (Marsella y Niza) son las regiones con mayor movimiento econômico e industrial, generadoras de mucho mâs riqueza que otras partes del paîs. Por otro lado, las regiones centrales y tradicionalmente campesinas (i.e. Limousin o Auvergne, que es donde yo me encuentro)van algunos años atrâs en el desarrollo econômico e, inclusive, social que han alcanzado otros rincones de Francia. Esa desigualdad ha marcado también a nivel educativo diferencias entre los alumnos. Finalmente, hay que agregar las diferencias de clase, sobre todo por la gran cantidad de migrantes ârabes y del norte de Âfrica que no han logrado integrarse y viven en âreas perfectamente delimitadas de las grandes ciudades y que asisten a las mismas escuelas, consideradas muchas veces problemâticas y de muy bajo nivel académico. Por todas las diferencias anteriores se considera que la eliminaciôn del bac, serâ un factor determinante para que los alumnos egresados del liceo lleven la etiqueta que les dé su ubicaciôn geogrâfica o socioeconômica, independientemente de sus aptitudes o méritos personales, lo que contribuirâ a su discriminaciôn académica o laboral.
La principal razôn del gobierno para cambiar este sistema de evaluaciôn es que éste resulta enormemente caro y las autoridades francesas estân en una carrera muy fuerte por reducir los gastos pûblicos, debido a que ya van varios años que sobrepasan el déficit mâximo que establece la Uniôn Europea, para sus paîses miembros. Este cambio, junto con otros que llevan la misma lînea estân creando una gran movilizaciôn e inconformidad en la sociedad francesa que ve amenazados los principios de "Fraternidad, Igualdad y Libertad", en aras de lograr un crecimiento econômico para el paîs, cosa que el gobierno de Jacques Chirac (derecha polîtica y econômica) no ha logrado llevar a cabo.
Hay muchas cosas que pueden decirse con este respecto; no hay negros y blancos en estos problemas sino una escala de grises a veces muy confusa. Sin embargo, considero altamente meritorio que aûn los alumnos de liceo hayan salido a las calles a hacer manifiesto su descontento con estas medidas y expresarlo con razones y argumentos. Obviamente, hay que exceptuar a todos esos alumnos oportunistas que sin reflexionar gran cosa sobre el tema se han unido a la "huelga" con el ûnico fin de saltarse una tarde de clases. Sin entrar en el fondo del asunto, me atrae mucho la idea de una sociedad que discuta todas las medidas que le afectan y que actûe en consecuencia. Finalmente eso es la democracia moderna. Iniciar desde temprana edad con esa actitud sistemâtica, participativa y responsable serîa un gran motor de cambio para las sociedades latinoamericanas, que han permanecido muchas veces demasiado pasivas y, que se han granjeado con esa actitud gobiernos execrables y medidas evidentemente nocivas para todos los afectados, sin atreverse siquiera a manifestar pûblica y enérgicamente su descontento.
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2 comentarios:
Vaya, vaya, señor Barceló, así que también perteneces al gremio. Grata sorpresa. No estaba segura de si estabas en Francia estudiando algo o realizando algunas prácticas.
Me gustaría saber si tienes tantos problemas de disciplina como tenemos aquí en muchas ocasiones.
Por cierto, no sé porqué te sorprendes de que Santa Claus no fuera dadivoso en Sevilla cuando no es su jurisdicción, ese es territorio de sus majestades los reyes de Oriente y claro, hasta el día 6 de enero...
De todos modos, y cualesquiera que sean las razones, un día de fiesta nunca viene mal.
Un saludo
No veo nada nuevo Rafita, acaso andas buscando tema ?, anda que estoy ansioso por ver reportes, por leer tus historias y saber de ti en la web. Sorgue
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